Karen Berg. Conciencia Diaria
Viernes, 19 de septiembre de 2014
Si nos convertimos en esclavos de nuestra riqueza al sacrificar tiempo con nuestra familia, entonces no sólo no seremos capaces de disfrutar nuestras riquezas, sino que nuestros hijos también sufrirán las consecuencias de nuestra esclavitud. El placer de tener una familia, amigos, y niños a nuestro alrededor: esa es la verdadera riqueza.
Como Henry David Thoreau tan elocuentemente dijo: "La riqueza es la habilidad de experimentar la vida en pleno".
En otras palabras, el dinero y el reconocimiento se convierten en algo intrascendente cuando tenemos el amor de aquellos que son cercanos a nosotros.
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