Al entender quiénes somos es importante saber, primero que nada, que somos como Dios. Sin saber eso, es imposible que les podamos dar Luz a los demás, o incluso traer Luz a todo lo que hacemos. En el momento en el que aceptamos que nuestro ser, quienes somos, es el flujo de la Luz, nos conectamos con ese flujo y todo lo que nos rodea se ilumina.
Una forma de conectarse y compartir la Luz es desearle buenos días a alguien de manera sincera, aun si no nos sentimos estupendos y las cosas no marchan como pensamos que deben ir. Esta es una pequeña forma en la que podemos compartir nuestra Luz y cultivar nuestro amor.
Hoy, tómate un momento para dejar lo que estás haciendo e inhala profundamente unas cuantas veces. Aprecia los ojos que has recibido para ver la belleza que te rodea, y siente tu corazón latiendo en tu pecho. Observa el aliento que fluye hacia dentro y fuera de ti sin que tu siquiera hagas nada. Luego, guarda esta apreciación en tu ser y continua tu día con amor en el corazón.
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