Las conexiones
que experimentamos con personas y situaciones no son tan sencillas como
pensamos, sino que tienen lugar a diferentes niveles. Y solemos darlas
por sentado, hasta el día en que comenzamos a separarnos de ellas, o
ellas de nosotros. Entonces sentimos una especie de tirón, llamado
cariño o apego, y comprendemos que no nos va a resultar fácil dejarlas
marchar sin antes verter algunas lágrimas que no esperábamos, sin sentir
remordimientos o una sensación de pérdida. También existe otra clase de
conexión que nos une a otra persona a un nivel incluso más profundo,
llamado enredo, y que resulta incluso mas difícil de soltar, no importa
cuánto podamos desearlo. Podemos dejar ir todas esas conexiones, pero
primero debemos saber cuál de ellas estamos experimentando, y debemos
honrar también la profundidad con que forman parte de nuestros campos
emocionales y energéticos. Entonces sabremos hasta qué punto puede
afligirnos y podemos lamentar su pérdida, cómo abordarlas según nuestro
sistema de creencias, y cómo prepararnos para nuestra futura separación y
despedida.
Resulta fácil
dejar ir las conexiones sencillas, porque no nos sentimos demasiado
comprometidos con ellas. ¿Preferimos brócoli o guisantes para cenar?
Depende de cómo nos sintamos ese día. Si nos gustan ambos, los
incluiremos en las cenas de la semana, pero no nos importará no comer
guisantes si en su lugar tenemos brócoli. Éste ejemplo básico explica
cómo funcionan las conexiones. Sin embargo, ¿por qué es tan difícil
dejar ir algunas de ellas? Porque no son conexiones, forman parte del
nivel del cariño o apego.
Los apegos
representan un nivel de conexión que afecta a nuestro campo energético,
de manera que echamos de menos su pérdida y, para poder rellenar el
hueco que genera en nosotros, tendremos que trabajar un poco. Son
relaciones en las que nos apoyamos o de las que dependemos, que cubren
algún tipo de necesidad vital, y cuya pérdida nos deja con una especie
de agujero que necesitamos volver a llenar. Estamos apegados a nuestras
parejas, a nuestros hijos, a nuestros hogares, nuestros coches y
nuestros trabajos: todos ellos cubren necesidades significativas y su
pérdida se echa en falta, en ocasiones, muy profundamente. Algunos
apegos nunca pueden llegar a reemplazarse del todo, mientras que otros
pueden reemplazarse con tiempo y con técnicas de sanación. Cuando nos
identificamos excesivamente con nuestros apegos, sentimos su pérdida a
un nivel muy profundo. Entonces estaríamos hablando del nivel del
enredo, el tercer nivel de conexión.
Los enredos
representan un nivel muy intenso de conexión, en el cual nuestra vida
está entretejida con la vida de otra persona, y necesitamos desenmarañar
las cuerdas que nos atan a ella como parte de nuestro proceso de
liberación. El enredo ocurre cuando consentimos en convertirnos en una
parte tan importante de la vida de alguien, o de una situación, que
necesitamos reemplazar todo aquello que representa cuando la conexión
que compartíamos toca a su fin. Dicha liberación conlleva lágrimas,
pesar, remordimientos, en ocasiones culpa, y a menudo, nos juzgamos por
haber permitido que todo llegara tan lejos. Son las relaciones más
complejas y complicadas. Por lo general, conllevan también ciclos
kármicos de algún tipo y encierran las lecciones de ciertos contratos
entre las almas, los cuales cubren muchas vidas de experiencia. Pero,
como todas las conexiones, pueden ser liberadas como parte de nuestra
transformación.
A medida que
transitamos de 3D a 5D, conviene que prestemos especial atención a
nuestras relaciones. ¿Se trata de simples conexiones o de apegos?
¿Estamos apegados a alguien o estamos enredados con esa persona? Conocer
la diferencia nos ayudará a honrar el papel que cada una de esas
relaciones juega en nuestra sanación, en nuestro aprendizaje, nuestro
crecimiento y nuestra transformación. De esta manera, al liberarlas, les
concederemos el tiempo, la energía y la atención que necesiten para que
nuestra despedida puede darse con gracia y facilidad.
Derechos de autor reservados © 2016 por
Jennifer Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este
mensaje si mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de
trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
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