Un Propósito ,ser Luz y hacer que se Expanda,

Fuiste elegido

Conciencia Diaria . Karen Berg

Sábado, 5 de marzo de 2016

Todos creemos que lo que somos y logramos, lo somos y lo hemos logrado gracias a nosotros mismos. Pensamos: “Soy abogado, doctor, secretario, contador. Soy madre, hermano, primo, hermana. Escribí un libro, salvé a un moribundo, estuve en televisión, gané un millón de dólares. Todas estas cosas que soy y logro las obtengo por mí mismo”.

Pues, no es así.

Sin embargo, si permites que entre la energía, esa esencia y cualidad de la Luz que forma parte de ti, entonces entenderás que la razón por la que eres quien eres y logras lo que logras es porque fuiste elegido, por la razón que sea, para ser el vehículo de esa energía. El Creador te puso en este mundo, a través de tu alma, para realizar un trabajo específico. No viniste a este mundo porque eres tu trabajo, sino más bien para ver qué harás en esa posición.

Podemos decidir cómo actuar en una situación determinada. No obstante, la situación en la que estamos en un momento dado, en términos del papel que desempeñamos en este mundo, nunca ha sido nuestra elección. Piensa por ejemplo en un recién nacido, el bebé es puesto en un ambiente con una familia que le permitirá crecer de manera que pueda hacer su tikún o corrección. Lo mismo aplica para cualquier posición que obtengamos en nuestra vida; no importa la situación, fuimos puestos allí para hacer y completar nuestro tikún.

Esto significa que cuando hacemos algo en nuestra vida, nos volvemos exitosos y nos alabamos con comentarios como: “Vaya, soy muy inteligente. Obtuve ese trato. Entendí eso. ¡Qué bueno soy!”, no deberíamos dejarnos atrapar por la autoalabanza. Deberíamos detenernos y entender que somos buenos porque se supone que lo seamos en esa situación debido a que el Creador infundió en nosotros la capacidad de hacer lo que hicimos.

La pregunta entonces es: “¿Qué haremos con ‘nuestro’ éxito? ¿En quién nos convertiremos ahora? ¿Seremos la misma persona que éramos antes de tener éxito o seremos diferentes? ¿Nos convertiremos en una mejor o peor persona?”.

La mayoría se convierte en alguien distinto, sea para bien o, desafortunadamente, para mal; pero sin la Luz del Creador, nunca podríamos ser quienes somos o hacer lo que hacemos.