Limpiar las toxinas incrustadas en nuestra alma
crea un nuevo nivel de abundancia que puede fluir hacia nuestra vida.
Nuestra alma debe pasar por un proceso de desintoxicación para eliminar
todos los aspectos de negatividad y acercarse a la Fuerza de la Luz.Podemos acceder a la energía de esta semana y desintoxicar nuestra alma al eliminar la negatividad que creamos con nuestras acciones, palabras y pensamientos negativos. Es importante despertar nuestra conciencia y comenzar a darnos cuenta de que cada palabra que pronunciamos, cada acción que llevamos a cabo y cada pensamiento que tenemos puede traer energía positiva o negativa a nuestra vida. En lo colectivo, esto tiene un impacto global que afecta la conciencia general de la humanidad.
Hay tres niveles del alma que podemos desintoxicar. Estos niveles son Néfesh, Rúaj y Neshamá. Cada nivel del alma debe alimentarse constantemente con energía positiva para que logremos nuestro propósito de vida.Los kabbalistas explican que nuestras acciones afectan nuestro sustento y la prosperidad que recibimos, no sólo en términos físicos, sino también espiritualmente. Nuestro mayor deseo es crear prosperidad con bendiciones. La clave es reconocer que las acciones positivas que realizamos, tales como salir de nuestra zona de comodidad para ayudar a otras personas, nos desintoxican y eliminan la negatividad.
El segundo nivel de nuestra alma es Rúaj, y este nivel obtiene su sustento mediante nuestras palabras. Las palabras positivas ayudan a alentar y a estimular a otras personas y proporcionan esperanza y compasión. Cuando “chismeamos”, no valoramos las palabras que pronunciamos y creamos negatividad.
Lo kabbalistas explican que Rúaj es responsable por nuestras relaciones. Hablar de manera positiva atrae continuamente Luz a nuestra vida. Esta Luz trae energía que crea y sustenta relaciones positivas en nuestra vida.
Para limpiar las toxinas ocasionadas por el habla maliciosa, simplemente debemos cambiar nuestra conciencia y hablar de forma positiva. Debemos evitar involucrarnos en chismes. Es sencillo: habla de forma positiva acerca de otras personas y ve cómo florecen las relaciones en tu vida.
El tercer nivel del alma es Neshamá,
que recibe su sustento mediante nuestros pensamientos. Los kabbalistas
explican que nuestros pensamientos positivos y negativos afectan nuestra
relación con nuestros padres e hijos. Debemos tener cuidado con el tipo
de pensamientos que permitimos entrar en nuestra mente. Los
pensamientos pueden venir de parte de otras personas, nuestro entorno y
nuestra conciencia. Tenemos que estar conscientes y desechar los
pensamientos negativos, alejarlos y no permitir que nos dominen.
Mientras más energía les demos a los pensamientos negativos, más grandes
serán las toxinas que hayamos creado en nuestro sistema.
Para
purgar las toxinas de nuestra mente, debemos actuar con restricción y
anular los pensamientos negativos. Reconoce que estos pensamientos te
dan una oportunidad para eliminar la negatividad y revelar una chispa de
Luz. Transforma tus pensamientos negativos de ira, codicia y egoísmo en
amor, compasión y dignidad. Permite que una nueva energía se manifieste
y florezca en tu relación con tus padres e hijos.
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