lunes, 25 de diciembre de 2017

Encontrar la Luz en la oscuridad Transformación Personal por Karen Berg

Encontrar la Luz en la oscuridad
Transformación Personal
Por Karen Berg 2 de Noviembre de 2017



Viktor Frankl dijo: Cuando ya no podemos cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos, y cuán verdadera es esta frase. Sin embargo, el poder de cambiarnos a nosotros mismos no sólo existe en esos momentos restrictivos en los que somos acorralados en circunstancias extremas. Al aumentar nuestra conciencia para vivir la realidad desde un punto de vista más espiritual, nos damos cuenta de que todo —lo bueno, lo malo, los ascensos, los descensos y cada desafío que enfrentamos— se presentan para que podamos avanzar y convertirnos en algo mejor de lo que somos hoy. Somos puestos a prueba en nuestra vida porque a través de esos desafíos revelamos quiénes somos; “mostramos de qué estamos hechos”, como dicen.
Esta idea es algo que Avraham el Patriarca sabía muy bien. Avraham pasó por diez pruebas distintas, pasó por lo que consideraríamos las situaciones más dolorosas y, aun así, en ningún momento cayó en una conciencia de “víctima”. Pudo haber dicho fácilmente: “Dios, ¿por qué me está pasando esto? De verdad, yo soy justo, no me merezco esto… ¡Soy Avraham el Patriarca, por todos los cielos!”, pero, más bien, está escrito en la porción de Jayéi Sará que Avraham estaba “entrado en días”, es decir, cada mañana abría los ojos y le daba la bienvenida al día que tenía por delante, lo hacía con la intención de enfrentar sus desafíos para poder transformarlos en una realidad más positiva para él y para el mundo con el poder de su amor y su certeza en la Fuerza de Luz de Dios. Nunca se atascó en pensar que el “empaque” de la circunstancia externa era todo lo que había: siempre despertó su poder interno para cambiarse a sí mismo y expandir la presencia de su alma en el mundo. Vivió para encontrar la Luz en la oscuridad.
Con mucha frecuencia, al enfrentar nuestros propios desafíos, pensamos: ¿Cómo puedo escapar de esta situación? ¿Cómo puedo evitar a esta persona? ¿Cómo puedo conseguir una manera de NO lidiar con esto? Hacemos eso o entramos en el oscuro umbral de la duda de la existencia de la Luz en nuestra vida o de la validez del camino espiritual que hemos recorrido, olvidando así todos los milagros que ya hemos visto. No obstante, Avraham en esta porción nos recuerda y nos motiva a buscar la ventana que se abre cuando todas las puertas se cierran; a encontrar ese lugar interior en el que tenemos la fortaleza y la certeza para aceptar nuestros desafíos, sabiendo que siempre hay una manera, un camino para superar la situación, aunque no se parezca a aquello que nos imaginamos que sería una solución perfecta.
A veces el primer paso es tan simple como asumir una postura mental fortalecida de “De acuerdo, este es el desafío ante mí. Sé que aquí hay Luz a pesar de la oscuridad que estoy viviendo. ¿Cómo puedo enfrentar esto de manera positiva?”.
La espiritualidad no es algo que ocurre de manera espontánea. Mientras tengamos aliento en los pulmones, siempre habrá una especie de prueba de fuego. Es gracias a la aceptación, la lucha, la certeza y la superación que revelamos y desarrollamos nuestro poder interno.
Sin importar el obstáculo que enfrentamos, el desafío espiritual sigue siendo el mismo: debemos “entrar en nuestros días”, vivir cada momento con el fin de encontrar la Luz que existe en la oscuridad. El primer paso, por supuesto, es simplemente saber que la Luz está allí.


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