
Nuestra ayuda de la semana es la porción Devarim. Devarim significa “las palabras de Moshé”. Finalmente, después de cuarenta años, Moshé expresó sus sentimientos a los israelitas. Les recordó todos los errores que habían cometido a lo largo de los años, expresó libremente su preocupación. Al igual que un amoroso padre, abrió su corazón para recomendarles cómo tener éxito en su misión hacia la Tierra Prometida. Moshé recontó los años y repitió a los israelitas todas las veces que habían dudado, se habían quejado y habían actuado con poca certeza en la Energía Divina que los guiaba. También les recordó cuando el Creador les concedió éxito en conquistar tierras y vencer a sus enemigos. Esto se convirtió en un momento crucial para los israelitas. Despertaron ante la necesidad urgente de dejar de actuar con miedo y comenzar a actuar con amor por el Creador y por los demás. Devarim es el primer capítulo del último libro de la Torá. Este último libro habla de nuestro mundo físico y, en consecuencia, de todas las acciones que realizamos en él. Somos alentados a poner en práctica nuestra sabiduría, dejar de pelear con los demás y comenzar de una vez por todas a amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos. En la historia, el 9 de Av fueron destruidos ambos Templos porque el pueblo sencillamente no se llevaba bien entre sí. Cada año, al seguir actuando de la misma manera, es como si los Templos fueran destruidos nuevamente.
Devarim cae siempre en la semana antes del noveno día de Leo para inspirarnos a recorrer el camino del amor. Esta semana recibimos la visión de nuestro futuro y nos volvemos conscientes de la magnitud de nuestra situación como comunidad global. Tratar a nuestro prójimo con dignidad humana no debe seguir siendo una opción, sino una necesidad vital. Nuestro planeta añora paz y armonía.
Moshé nos visita a cada uno de nosotros esta semana, nos motiva a prepararnos para la poderosa Luz que se aproxima. La Luz disponible el 9 de Av es conocida como la Luz de Mashíaj, un tiempo en el que todo caos, dolor y sufrimiento son eliminados de la faz de la tierra. Esta increíble Luz será nuestro gran regalo, si tan sólo estamos dispuestos a canalizarla con amor y cariño por los demás. Moshé les recordó a los israelitas que la Energía Divina continuaría guiándolos y apoyándolos. Él prometió que el Creador lucharía por ellos en ese momento y en el futuro. Les imploró a los israelitas, y a nosotros esta semana, que por fin abramos nuestro corazón para alcanzar unidad con los demás. Ya que de este modo podremos unirnos con la Divinidad. Moshé nos visita con la esperanza de que este sea el año en el que finalmente estemos abiertos a tener en cuenta que sólo a través del amor podremos crear el mundo de nuestros sueños.

En tus meditaciones de esta semana, imagínate que estás al inicio de un puente sobre el agua. Comienzas a atravesarlo y observas que hay alguien a lo lejos que camina hacia ti. A medida que te acercas, empiezas a ver que es tu viejo amigo, alguien a quien amas mucho, pero que recientemente perdieron contacto. Ambos continúan caminando hacia el otro y comienzas a sentir el amor creciendo de nuevo en tu corazón. De repente, te sientes más ligero y libre. Dejas atrás el ego, los celos y los miedos. Sólo hay amor. Ambos se encuentran a mitad del puente y se abrazan con lágrimas en los ojos. Te reuniste con tu amigo y este amor mutuo, como la electricidad, recorre todo el mundo.
El amor es la fuente de energía que puede eliminar, de una vez por todas, el dolor y el caos de nuestro mundo. Ya que el amor y Mashíaj son lo mismo. Cuando estamos abiertos a permitir que otro ser humano entre en nuestro corazón, es como si permitiésemos que el Creador hiciera lo mismo.
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