Los Eclipses de Marzo
Qué es un eclipse?
Uno de los
fenómenos astronómicos más estudiado por los astrólogos de todos los
tiempos es sin duda el de los eclipses. Se puede decir que es una de las
manifestaciones celestes que más han impresionado a la humanidad.
La palabra
“eclipse” proviene del latín “eclipsis”, que a su vez viene del griego
“écleipsis”, que significa desaparición. Y esto es precisamente un
eclipse: la desaparición transitoria total o parcial de un astro por
interposición de otro cuerpo celeste ante los ojos de un observador.
Un eclipse
solar, que ocurre durante la Luna Nueva, literalmente torna el día en
noche. Un eclipse lunar, que ocurre en Luna Llena, parece borrar a la
luna del cielo. En una Luna Nueva los Luminares están conjuntos, en una
Luna Llena están opuestos. Los eclipses son lunaciones especiales que se
producen sobre la eclíptica, el “camino” del Sol en su paso por las
diferentes constelaciones. Todos los años se producen algunos tanto de
Sol como de Luna.
Cómo nos afectan estos fenómenos. ¿Porqué?
La astrología
se basa en la ley de correspondencia y analogía que reza: “Como es
arriba es abajo, como es abajo es arriba” por lo que a un determinado
evento celeste -macrocosmos- le corresponde otro igual y con las mismas
características en este plano, en el microcosmos.
Por
corresponder el Sol y la Luna, a factores conscientes e inconscientes,
racional, emocional, respectivamente, al opacarse, oscurecerse o
desaparecer en un eclipse, en cada caso, generan un conflicto que
provoca una movilización, la crisis en cuestión puede tener que ver con
un reordenamiento, una reorganización, asuntos en la vida que requieran
mayor atención y energía.
Un eclipse de
Sol puede simbolizar la desaparición momentánea de nuestro potencial
interior, sentimos ausencia de poder personal, de voluntad, de capacidad
visualizar metas personales, en cambio un eclipse lunar nos fuerza a
comprobar nuestro pasado (Luna) a la luz de la experiencia actual y
puede relacionarse con confusión y momentos particularmente propicios
para esconder, ocultar, fomentar o expandir “sombras” de manifestación
emocional.
Para la
astrología el Sol es el dador de vida y energía, su oscurecimiento en el
cielo, aunque sea por una pequeña porción de tiempo como sucede en un
eclipse, es una señal de ausencia de las mismas, existe una interacción
entre eclipses y desvitalización, por esa razón cuando nos afectan los
eclipses de Sol, puede que nos sintamos más cansados, estresados,
fatigados o abatidos.
Durante los
eclipses de Luna nuestras emociones y sentimientos pueden desbordarse
hasta un punto de ser percibidos claramente por los demás, pueden
presentarse momentos de alteración, desorden, desconcierto o confusión,
un sentimiento teñido de nostalgia o pesimismo por cosas de la vida que
uno siente que está dejando atrás, y, lo que parece ser, en realidad no
es.
Es recomendable
durante ese tiempo estar muy en contacto con nuestro Ser interno
practicando actividades que se relacionen con la meditación, reflexión e
introspección aprovechando la oportunidad para percibir nuestros
condicionamientos y ataduras, los viejos modos de pensar o de sentir y
que ahora ya van quedando obsoletos con el fin de elaborarlos y
reorientar de esta manera nuestro camino explorando nuevas
posibilidades.
En general el
efecto de un eclipse no se nota solamente en el momento de producirse el
mismo, desde la antigüedad se consideraba que un eclipse tenía vigencia
hasta producirse el siguiente de la misma clase, por lo que
probablemente notaremos sus efectos también cuando un planeta
“activador” toque el punto del eclipse, es por esa razón que, en
ocasiones, los eclipses parecen no provocar nada hasta un tiempo
después.
Cuanto mayor es
el oscurecimiento del luminar (Sol o Luna) eclipsado, mayores serán sus
efectos. También será importante qué punto o casa de la Carta Natal
toque y en qué sector se ubique para conocer en qué área de la vida
pueden manifestarse más claramente sus consecuencias, pero para eso
habrá que conocer nuestra Carta Natal, porque incluso podemos tener
planetas en grados sensibilizados, aunque no lo sepamos.
Como este
trabajo se trata solamente de una generalización vamos a hablar
únicamente de los Signos involucrados. En astrología consideramos que
los eclipses afectan un determinado punto y su opuesto, y, en el caso de
estar afectado dicho eclipse por malos aspectos también los
consideraremos como puntos sensibilizados por el fenómeno celeste.
Los Eclipses de Marzo 2016
En el año 2016
se producen 5 eclipses, en este trabajo vamos a hablar de los dos
primeros del año, los que se producen el 8 y el 23 de marzo, un eclipse
de Sol y otro de Luna respectivamente, pertenecientes a la familia de la
Serie de Saros 18 Sur.
Esta familia de
eclipses se ocupa de las terminaciones o separaciones. Por lo tanto,
cuando afecta a una Carta Natal, esa persona puede encontrarse frente a
una separación. Esta separación puede estar en relación a un amigo que
viaja al extranjero o cualquier otra despedida o final de una relación
con un ser querido, lo que podría traer mucha angustia o dolor. Sin
embargo, el dolor de la separación se reduce al encontrar nuevas
situaciones que conducirán a resultados muy positivos.
La diferencia
entre el eclipse solar y lunar, como regla general, reside en que el
efecto de los eclipses solares es más externo, y puede expresarse como
eventos en torno a la persona, y, los eclipses lunares son más
emocionales, más internos, evaluando los problemas de la vida, etc… Sin
embargo, a veces esta evaluación puede conducir a eventos externos
generados por las acciones de la persona. Así que, en resumen, podemos
plantear la hipótesis de que el eclipse solar se manifestará en eventos
que no tenemos en forma consciente, y, los eclipses lunares se asocian
con eventos provocados por nuestros propios pensamientos o sentimientos.
Imaginemos los
eclipses como focos brillantes en el camino de la vida. Estas luces no
están todo el tiempo, pero se encienden. Dado que la atención está
puesta en un punto se iluminará un área de la vida. Cualquier cosa que
sea, haya sido empujada a un lado o empujada debajo de la alfombra, se
hará evidente. Este traer a la superficie de los problemas ocultos puede
ser dramático y emocional. Sin embargo, es una oportunidad para tomar
conciencia de los problemas que pueden necesitar un poco de trabajo. Se
puede, por supuesto, optar por no trabajar en los problemas que han
surgido a la superficie; se puede optar por echarle la culpa de todo a
alguien más, y así sucesivamente. Pero, esto no puede conducir a un
futuro saludable. Si decidimos aceptar el desafío ofrecido por los
acontecimientos del eclipse, a continuación, aunque puede ser una lucha
dura o, posiblemente, sólo un camino de rosas. El efecto del eclipse
podría ser a muy largo plazo y puede cambiarnos la vida. Otra forma de
ver los eclipses es pensar en ellos como los terremotos. Los terremotos
son los movimientos de la Madre Tierra. Si ella no se ha movido desde
hace mucho tiempo, entonces tiene que hacer un montón de esfuerzo muy
rápidamente, con resultados posiblemente desastrosos para todos los
interesados. Sin embargo, si ella lo hace de a poco, entonces será mucho
más fácil para todos. Si intentamos cuando los eclipses ocurren en
nuestras Cartas, hacer los cambios necesarios que se ponen en relieve
por el eclipse, entonces estamos manteniendo nuestra vida en equilibrio.
Así, a pesar de que la tensión de un eclipse puede durar sólo por una
temporada, el efecto puede ser profundo. Se nos permite ver los
problemas en la vida que frenan o impiden el cumplimiento del destino.
Las decisiones sobre cómo hacer frente a estas cuestiones tendrán
importantes consecuencias.
A quiénes afecta?
El eclipse que
se un produce el 8 de marzo es un eclipse total de Sol en el grado 18 º
del Signo de Piscis. Los eclipses, por tratarse de Configuraciones
Universales, nos afecta de una u otra manera a todos, sin embargo,
afectará fundamentalmente a aquellas personas con puntos sensibles en la
mitad del Segundo decanato de los Signos de Piscis, su opuesto Virgo
donde se encuentra justamente uno de los regentes del Signo, Júpiter, a
su vez en una cuadratura muy exacta con Saturno, el señor de los
límites. Se trata de una tensa configuración en la que se verán
influenciados también los otros Signos Mutables: Géminis y Sagitario.
Además de los
efectos ya citados, estos nativos podrán verse aquejados por
desvitalización, ausencia de voluntad, tendencia al malhumor, al
desasosiego, así mismo la energía puede estar mal encausada o dirigida
erróneamente. Se recomienda descanso, dieta sana, largas caminatas y no
tomar decisiones inmediatas en momentos que seguramente pueden ser de
poca claridad mental, aunque si aprovecharlos para sumergirnos en
nuestro Ser interior a fin de percibir obstáculos para elaborarlos y
lograr de esa manera encontrar nuevos caminos y posibilidades.
No será tampoco
un buen momento para comenzar nuevas actividades, firmar documentos
importantes o comprar algo que deba perdurar en el tiempo, estaremos
proclives al desconcierto, a los fraudes o equivocaciones, incluso a
alteraciones de tipo nervioso. Como en todo eclipse de Sol es
conveniente el descanso y una actividad física poco exigente para
movilizar y oxigenar el cuerpo, así como toda acción que sirva para
sosegar la mente, desintoxicar y revitalizar el organismo.
El eclipse del
23 de marzo es un eclipse penumbral de Luna que afectará a aquellos que
tengan puntos sensibles los primeros grados (días) de los Signos de
Aries y su opuesto, Libra.
Como en todas
las Lunas Llenas, durante este eclipse de Luna, las reacciones serán más
instintivas y viscerales y los efectos sobre el organismo serán más
directos, con mayor tendencia a los trastornos psico-somáticos, por lo
que será recomendable nos ocupemos de relajarnos. Si conseguimos sosegar
nuestra mente, nuestro cuerpo estará más flexible, liviano y viceversa.
En los eclipses de Luna recordar que hay que trabajar sobre nuestras
emociones enfocando nuestra conciencia (quien realmente somos) a un
“espacio sin mente”, nuestro Yo Interior, nuestra verdadera esencia.
Recordar que, durante los eclipses, como en toda crisis de
reordenamiento se presenta la oportunidad de liberarnos de lazos
negativos para alinearnos de otro modo al examinar y sondear nuestro
interior buscando nuevos caminos y posibilidades. Cuando se puede ser
consciente de los procesos internos de nuestra mente, cuerpo y
emociones, se pueden dirigir las energías a donde más se necesitan.
Por Patricia Kesselman 4/3/2016
Fuente http://shekinahmerkaba.ning.com
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