jueves, 23 de febrero de 2017

Por Gerrit Gielen Comprensión y Sanación de la Antigua Batalla entre Hombres y Mujeres Enero 14 de 2017.Parte 3

Por Gerrit Gielen
Comprensión y Sanación de la Antigua Batalla entre Hombres y Mujeres
Enero 14 de 2017
Influencias extraterrestres y el surgimiento de Atlántida
Las personas que desprecian lo femenino son vulnerables; anhelan tener guía hacia lo superior, pero al mismo tiempo rechazan la solución natural que ofrece la energía femenina: Confiar en su intuición y en su conocimiento interno. Entonces encuentran una solución falsa: Proclaman que los poderes del Mundo externo son "superiores", pero entonces son completamente vulnerables a la manipulación.


En el pasado, como consecuencia de esta vulnerabilidad la Humanidad se convirtió en juguete de todas clases de fuerzas galácticas. Los Humanos que habían perdido la conexión con la femenina interna, eran fácilmente cautivados por los que parecían milagros y por el poder de civilizaciones técnicamente avanzadas; pronto los representantes de estas civilizaciones fueron vistos como dioses. Los Humanos fueron manipulados de todas las maneras posibles; y también genéticamente. Una cantidad de historias sobre viejos dioses, como los famosos dioses griegos, con todos sus errores y todas sus crueldades humanas, provienen de este tiempo. En mi opinión, la respuesta a la pregunta: "¿Los Dioses eran cosmonautas?" (Título del libro de Erich von Däniken) Es: "Sí".
Este tiempo de opresión terminó cuando avanzadas Almas extraterrestres incidieron en la Tierra para ayudar a la Humanidad en su desarrollo; crearon una especie de raza de superhombres conocidos como Atlantes o gente de las estrellas. Tenían mayor talla Física que la gente de la Tierra y grandes capacidades intelectuales; su 3er Ojo también era muy desarrollado. Su objetivo era doble: Liberar a la Humanidad y a la Tierra de influencias extraterrestres indeseables y volver a poner a la Humanidad en contacto con su espiritualidad natural; esto último se lograría restaurando el equilibrio entre las energías varonil y femenil.
Había comenzado la era Atlante: Un período en la historia de la Humanidad que duró cerca de 100.000 años. Durante este período hubo una clara distinción entre estos extraterrestres encarnados que se veían como los líderes iluminados de la Humanidad; y los más o menos inconscientes miembros de la Humanidad. La gente de las estrellas se encontró cara a cara con la gente de la Tierra.


Sin embargo, el nacimiento de Atlántida tenía en sí las semillas de su caída. Con el objeto de liberar a la Humanidad de las influencias extraterrestres, los Atlantes tuvieron un gran dominio sobre la gente de la Tierra: Ellos eran la clase gobernante y miraban a las personas de la Tierra como sus subordinadas; esto no estaba de acuerdo con sus intenciones espirituales, tener poder sobre la gente de la Tierra no estaba en armonía con su propósito de liberar internamente a esa misma gente. Realmente, la espiritualidad de la gente de las estrellas no era nacida del corazón; tenía motivaciones de poder.
Cada vez más los Atlantes veían a las personas de la Tierra como torpes criaturas adecuadas solamente para el trabajo esclavo. Cada vez se consideraban más superiores y abusaban más frecuentemente del poder de su 3er Ojo. Adicionalmente, mientras que los Atlantes hombres y mujeres eran considerados iguales, ése no era el caso para sus subordinados, la gente de la Tierra; entre ellos eran los hombres quienes dominaban. Esto les gustaba a los Atlantes porque los hombres estaban mejor adaptados para seguir sus órdenes y para construír sus magníficas ciudades. Los Atlantes tenían muy claro que mientras las mujeres estuvieran reprimidas, ellos podrían conservar el control de la Humanidad y hacer lo que quisieran.
El poder corrompió a los Atlantes; comenzaron a disfrutar cada vez más de su poder, de su éxito e invencibilidad aparentes; abusaban cada vez más de los poderes de su 3er Ojo. Frecuentemente este Tercer Ojo es llamado Agni, el chacra del fuego; y para anular este poder se necesitaba el agua. Se ha escrito mucho sobre el hundimiento de Atlántida; pero el motivo más profundo fue el auto-sacrificio. Los Atlantes más evolucionados entendían que solamente podrían ayudar a la Humanidad uniéndose a ella; y esto solamente podía lograrse con la destrucción de Atlántida; solamente de esta manera podría eliminarse la dualidad entre la gente de las estrellas y la gente de la Tierra.
Recuerdo el siguiente episodio de una vida anterior: "Yo estoy en un bello edificio, una maravillosa torre blanca; tengo vista sobre una ciudad. Acabo de tener una pelea con una mujer; ella ha estado conmigo por largo tiempo, pero ahora me va a dejar para siempre; estoy triste por su partida. Ella quiere vivir entre la gente de la Tierra para ayudar siendo una especie de trabajadora humanitaria. El abismo entre nosotros los poderosos Atlantes y la gente de la Tierra, es enorme; Yo los veo como una forma de vida inferior. Cuando me conecto con esta mujer siento que esencialmente ella es un Alma de la Tierra que nació entre los Atlantes; y por eso es tan grande su deseo de ayudar a la gente de la Tierra; también es un poco pequeña y su cabello rojo, lo cual es inusual entre los Atlantes. Yo entro en un recinto donde hay un poderoso símbolo dibujado en el centro del piso; si estás en el centro de ese símbolo puedes abandonar tu cuerpo muy fácilmente y de manera permanente.
Me doy cuenta de que lo que quiere hacer la mujer es lo correcto; pero no funcionará, ella es una excepción; mientras exista Atlántida la gente de la Tierra estará subordinada, así ha sido durante milenios. El abismo es demasiado grande, el poder demasiado adictivo, demasiado predominante.
Profundamente debajo de mí siento las fuerzas que se revuelven en contra de Atlántida; me conecto con esas fuerzas y digo: "Sí, seguid adelante. Yo siento que no soy el único; muchos otros sienten que ya es suficiente, que las cosas no pueden continuar así; el dolor de la gente de la Tierra y de la Tierra misma es excesivo. En nosotros existe un deseo de cambio, el anhelo de una nueva aventura; de una profundización de la vida".
Luego voy y me paro en el centro del símbolo y abandono mi cuerpo sabiendo que cuando vuelva a nacer Atlántida ya no existirá; no volveré a ser un Atlante.
Así fue como los gobernantes Atlantes se convirtieron en los que ahora llamamos Trabajadores de Luz. Durante siglos serían perseguidos y oprimidos por la Humanidad, mientras trataban de volver a poner a la Humanidad en contacto con la Verdad Interna que nos llega a través de la energía femenina.
Después de la caída: La maldición Atlante
La era de Atlántida dejó una definida impronta en la Humanidad, relacionada con cómo debería ser una sociedad: Que debería haber algún tipo de clase superior de personas privilegiadas; y una clase de personas sirvientes. Durante muchos siglos la Humanidad iba a ser gobernada por la llamada 'nobleza', gente que creía que por causa de su nacimiento estaba por encima de los demás y tenía derecho de dominarlos. La nobleza surgió del recuerdo de las personas de la Tierra sobre cómo se comportaban los Atlantes hacia ellas. Tan pronto como se creaba una nación en cualquier parte, inmediatamente surgía una clase aristocrática; el recuerdo inconsciente de Atlántida era el causante de eso.
Como entre los Atlantes las mujeres eran iguales a los hombres, a ellas se les permitía ser líderes de la clase inferior de gente de la Tierra. Muchos milenios después, en una época en la cual las mujeres eran consideradas inferiores, este recuerdo Atlante permitió que las mujeres pudieran tener liderazgo en los países, con la condición de que fueran de la nobleza. Por ejemplo, en un país como Holanda era normalmente aceptado tener una Reina en una época en la cual las mujeres aún no tenían derecho al voto. El liderazgo de las mujeres era aceptado siempre y cuando fueran de "sangre azul", una referencia al origen celestial de los Atlantes quienes con base en su origen estaban por encima de la gente ordinaria.
La unidad lograda por Atlántida, que era mantenida artificialmente, también desapareció después de la caída de Atlántida: Surgieron fronteras y naciones. Una y otra vez la Humanidad trató de recrear Atlántida a partir de su energía masculina; los grandes imperios de la antigüedad: Babilonia, Asiria, Persia, el Imperio Romano, todos fueron intentos de recrear Atlántida; y por causa de que cada uno de esos imperios trataba de ser la Nueva Atlántida, había guerra casi continuamente.
Sin embargo, todos los intentos de unificar a la Humanidad por medio de la guerra, están condenados al fracaso; la unidad solamente puede surgir cuando proviene del interior, no imponiéndola desde arriba. Esto es lo que eventualmente entendieron los Atlantes y consecuentemente se transformaron en Trabajadores de Luz. La maldición Atlante consiste en que la Humanidad trata una y otra vez de volver a crear Atlántida. El deseo de crear un imperio que imponga su voluntad, el deseo de vivir en las magníficas ciudades de la antigüedad, el irrespeto hacia la naturaleza, el gobierno de las clases superiores con "sangre azul", todas son consecuencias del recuerdo de Atlántida.

Ahora son precisamente los mismos Atlantes quienes quieren que las cosas sean diferentes: Ellos son los Trabajadores de Luz de hoy. Estas Almas recuerdan con exactitud que por el abuso del poder las cosas salieron mal en el pasado; y quieren hacer su mejor esfuerzo para proteger de desastres a la Humanidad. Afortunadamente, cada vez más personas están comenzando a escuchar.


Tradujo: Jairo Rodríguez R.
Consultoría Energética y Espiritual

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