Vive en Minnesota y ha recibido muchos premios
por su labor musical. Entre éstos se encuentran una nominación para un
Premio Grammy en 1991 por su álbum "I Shall See God" (Veré a Dios) y en
2015 un doctorado honorario por la Universidad de Portland por sus
contribuciones al mundo de la música litúrgica y el pensamiento católico
contemporáneo.
David desarrolló una lista de 12 prácticas
espirituales esenciales como una manera de mantenerse "conectado".Quietud y presencia: En la quietud y el silencio, puedes escuchar mejor la voz de tu propio corazón y la voz de Dios. Cuando te concentras en la presencia divina, tu propia presencia emerge y entras en comunión con el amor de Dios.
Bendecir: Bendice en todo momento, bendice todo. No es necesario anunciar que bendices, pero bendice con tu corazón, con tu mente, con tu ser.
Pon atención, aprecia los regalos de la vida, reconoce todo aquello que recibes y que te impulsa a crecer, aprender y vivir.
Mantener la mente abierta: No
juzgues, no permitas que tu mente y prejuicios te destruyan.
Concéntrate en el amor, en la belleza, en la parte positiva de todo lo
que encuentras en tu camino.Practicar la humildad: Deja el "yo" a un lado y celebra a los demás. Comparte de ti, pero no impongas a otras personas un monólogo incesante cuando hables. La humildad es también consideración y dice algo de tu verdadera calidad como ser humano. Entiende profundamente que todo lo que posees viene de Dios.
Escuchar: Mantén tu serenidad, sé un buen oído para tus amigos. Tu compasión se manifiesta mejor cuando te permites escuchar a tu prójimo, cuando ofreces un espacio en tu vida a otro ser humano.
Rendir el miedo: Si algo te da miedo, reconócelo. Luego, enfréntalo. Reconoce que el miedo es normal, pero que no tiene poder sobre ti. Solo tiene el poder que tú le das. No confundas el miedo con precaución. Si te limita, es miedo.
Respirar: Respirar no solo lleva oxígeno de tus pulmones a tu sangre y a todo tu cuerpo, sino que también activa el sistema linfático y te ayuda a mantener la salud. Respira para que tu ser se mantenga en armonía. Respira para que el Espíritu Santo te llene de gloria y de vida.
Amar sin distinción: ¿Quién no merece tu amor? El nuevo mandamiento que te ofreció Jesús, si lo piensas bien, resolvería todos los problemas del mundo si fuera practicado: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Porque amar es tu derecho y tu destino. El amor es lo que alimenta tu alma y la eleva hacia Dios.
Servir: El servicio no es tu deber, es tu placer. Sirve y verás. Sirve para sentir la gloria en tu alma. Porque cuando sirves a otro ser, sirves a Dios y te sirves a ti. El servicio es amor. El servicio es crecimiento. El servicio expande tu alma y la transforma.
Entender que eres amado: Cierra los ojos y siente el amor que te rodea. Así como Dios está en todas partes, Su amor te llena y te rodea porque todo lo material, y lo inmaterial también, es la realización de ese amor divino que nunca te abandona.
Estar siempre con Dios: No te permitas olvidar que Dios está siempre contigo. En la soledad, en el trabajo, en el sueño, en tus hijos, en tu hogar, en las calles y los parques, en las cárceles y en los hospitales, Dios está. Recuerda estar tú también siempre con Dios. Al despertar tu corazón a esta verdad, todos tus pasos te llevarán en la dirección de Su amor. Lleva a cabo la practica de la practica de la presencia de Dios.
Fuente Ángeles y Milagros.
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