Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] todo el significado que tiene para mí.
Los
ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son iguales a los
de la primera lección. Comienza con las cosas que estén
cerca de ti, y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se
pose. Extiende luego tu campo visual. Gira la cabeza de modo que
puedas incluir lo que se encuentre a ambos lados de ti. Si es
posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás
de ti. Sé tan imparcial como puedas al seleccionar los objetos
a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en
particular, ni trates de incluir todo lo que veas en una zona
determinada, ya que eso causaría tensión.Echa simplemente una rápida mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos en función de su tamaño, brillantez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. El simple hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una manzana. El único criterio a seguir para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. No trates de incluir nada en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.
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