domingo, 30 de noviembre de 2014

Rosario A San Miguel Arcangel Protector y Guia de los Guerreros de la Luz¡

Un día, San Miguel Arcángel se apareció a la devota de Dios, Antonia d`Astonaco. El Arcángel le dijo a la Religiosa que él desea ser honrado mediante la recitación de nueve Salutaciones. Estas Nueve plegarias corresponden a los nueve Coros de los Ángeles. Consiste el Rosario de un Padrenuestro y tres Avesmarías, en honor de cada Coro Angelical.
Promesas de San Miguel
A los que practican esta devoción en su honor, el Arcángel promete grandes bendiciones. Promete enviar a un Ángel de cada Coro Angelical, para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión. Además, a los que reciten estas nueve Salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aún más. Serán acompañados de todos los Ángeles; y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.
Método para rezar el Rosario
1.      Se empieza el Rosario rezando en la medalla, la siguiente invocación:
V. Oh Dios, Ven en mi ayuda.
R. Señor, apresúrate en socorrerme.
Gloria al Padre, Etc…
2.      En las cuentas grandes, se dice: Un Padrenuestro y tres Avesmarías, después de cada Salutación, así:
3.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas, y así recibir dignamente en nuestros corazones el fuego de la Caridad perfecta. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
4.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los querubines, Que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
5.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
6.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor nos conceda la Gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
7.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
8.      Por la intercesión de San Miguel y el Coro de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos libre de todo mal y no nos deje Caer en la tentación. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se libre llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de la obediencia. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la Gracia de perseverancia final de la Fe y en las Buenas obras y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
Por la intercesión de San Miguel y el Coro celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la Gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal y que nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.
En las cuatro cuentas después de la medalla se reza un Padrenuestro en honor de cada uno de los siguientes Ángeles, como se indica:
1ro. A Miguel Arcángel
2do. A Gabriel Arcángel
3ro. A Rafael Arcángel
4to. Al Ángel de la Guarda
El Rosario de San Miguel se termina con las siguientes oraciones:
Oh Glorioso Príncipe, San Miguel, Jefe Principal de la Milicia celestial: Guardián fidelísimo de las almas: Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes; fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino, sois nuestro admirable Guía y Conductor. Vos que brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección; para que seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida.
V. Rogad por nosotros, oh glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.
Oración
Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa Bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de vuestra Iglesia. Humildemente os suplicamos, Padre celestial, que nos liberéis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor nuestro, guiarnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la Presencia de vuestra Excelsa y Divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Fuente: Libro: San Miguel, ¿Quién como Dios?, Fundación Jesús de la misericordia. sanmiguelarcangel.net
La Coronilla a San Miguel Arcángel se reza con un rosario parecido al de la Virgen María. Fue revelada en Portugal a la Sierva de Dios Antonia De Astónac cerca del año 1750.
Se hace la Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. Amén.
Se comienza la Coronilla al arcángel San Miguel con la siguiente invocación:
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los Siglos de los siglos. Amén.
1. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Serafines, enciende en nuestros corazones la llama de la perfecta caridad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías

2. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Querubines, dígnate darnos tu gracia para que cada día aborrezcamos más el pecado y corramos con mayor decisión por el camino de la santidad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

3. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Tronos, derrama en nuestras almas el espíritu de la verdadera humildad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

4. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Dominaciones, danos señorío sobre nuestros sentidos de modo que no nos dejemos dominar por las malas inclinaciones. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

5. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Principados, infunde en nuestro interior el espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

6. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Potestades, dígnate proteger nuestras almas contra las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

7. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Virtudes, no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

8. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Arcángeles, concédenos el don de la perseverancia en la fe y buenas obras de modo que podamos llegar a la gloria del cielo. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.

9. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Ángeles, dígnate darnos la gracia de que nos custodien durante esta vida mortal y luego nos conduzcan al Paraíso. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.


Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:
En honor a San Miguel
En honor a San Gabriel
En honor a San Rafael
En honor al ángel de la Guarda
Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales, fiel custodio de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios, admirable guía después de Jesucristo, de sobrehumana excelencia y virtud, dígnate librar de todo mal a cuantos confiadamente recurrimos a ti y haz que mediante tu incomparable protección adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.
V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.
Oremos. Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Fuente: angelesymilagros.com



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