domingo, 22 de febrero de 2015

El año nuevo Chino Una Oportunidad de Unión y Paz en las pequeñas y grandes decisiones de quienes viviemos en este Bendito Planeta

El año de la Cabra/Oveja.Viernes, 20 de febrero de 2015 

Recientemente, un grupo de personas influyentes, incluyendo a Malala Yousafzai, Bill y Melinda Gates y el arzobispo Emeritus Desmond Tutu firmaron una “Carta abierta a los líderes mundiales” que comenzaba con esta visión:
 Creemos que es posible que terminemos el año 2015 con un nuevo acuerdo global: un camino acordado hacia un futuro mejor y más seguro para las personas y el planeta, que inspirará a todos los ciudadanos del mundo...
 
Y terminaba con esta petición:

Debemos ser claros: las acciones que tomemos en el 2015 decidirán hacia qué lado girará el mundo en las próximas décadas. Por favor tomen el camino correcto.


Ayer fue oficialmente el Año Nuevo chino, y según la astrología china, 2015 es el año de la cabra (o de la oveja, depende de a quién le preguntes), lo que simboliza la paz. Las personas nacidas bajo esta influencia se conocen por ser gentiles, amigables y amables. El año 2015 también es el año número 32 de un ciclo actual de 60 años que ocurre en el calendario chino. En la numerología kabbalística, 32 está representado por las letras Lamed y Bet, que se deletrean “lev”, que significa corazón.
Yo creo que este es el año en el que el universo nos llama, a toda la humanidad, a regresar a nuestro corazón. Con tanta negatividad en el mundo, ya no podemos ignorar el dolor de otros. Sin embargo, la historia nos ha mostrado que cuando suficientes personas se juntan en nombre de la bondad, el cariño, y la dignidad humana, pueden ocurrir grandes cosas.
 Si buscamos a diario un cambio masivo, no lo encontraremos. Pero si buscamos las pequeñas cosas que podemos hacer en un día: resistirnos a la tendencia de juzgar, cambiar la manera en la que interactuamos con otros, estar abiertos a escuchar las opiniones de otros que pueden ser diferentes a las nuestras; entonces tenemos la habilidad de adaptarnos a un marco espiritual. Es la unión de todos nuestros pensamientos, palabras y acciones que parecen insignificantes los que inevitablemente crean nuestra realidad y la energía que extendemos en el universo como un todo.


De hecho la paz no es sólo la ausencia de guerra. La paz es un estado de armonía global donde el dolor y el sufrimiento dejan de existir porque ya no los necesitamos para alcanzar la versión más elevada de nosotros mismos. Esperemos y oremos para que este año esa paz no esté tan alejada como a veces parece estar

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