El año de la Cabra/Oveja.Viernes, 20 de febrero de 2015
Recientemente, un grupo de personas influyentes, incluyendo a Malala
Yousafzai, Bill y Melinda Gates y el arzobispo Emeritus Desmond Tutu
firmaron una “Carta abierta a los líderes mundiales” que comenzaba con
esta visión:
Creemos que es posible que terminemos el año 2015 con un nuevo acuerdo
global: un camino acordado hacia un futuro mejor y más seguro para las
personas y el planeta, que inspirará a todos los ciudadanos del mundo...
Y terminaba con esta petición:
Debemos ser claros: las acciones que tomemos en el 2015 decidirán hacia
qué lado girará el mundo en las próximas décadas. Por favor tomen el
camino correcto.
Ayer fue oficialmente el Año Nuevo chino, y según la astrología china,
2015 es el año de la cabra (o de la oveja, depende de a quién le
preguntes), lo que simboliza la paz. Las personas nacidas bajo esta
influencia se conocen por ser gentiles, amigables y amables. El año 2015
también es el año número 32 de un ciclo actual de 60 años que ocurre en
el calendario chino. En la numerología kabbalística, 32 está
representado por las letras Lamed y Bet, que se deletrean “lev”, que
significa corazón.
Yo creo que este es el año en el que el universo nos llama, a toda la
humanidad, a regresar a nuestro corazón. Con tanta negatividad en el
mundo, ya no podemos ignorar el dolor de otros. Sin embargo, la historia
nos ha mostrado que cuando suficientes personas se juntan en nombre de
la bondad, el cariño, y la dignidad humana, pueden ocurrir grandes
cosas.
Si buscamos a diario un cambio masivo, no lo encontraremos. Pero si
buscamos las pequeñas cosas que podemos hacer en un día: resistirnos a
la tendencia de juzgar, cambiar la manera en la que interactuamos con
otros, estar abiertos a escuchar las opiniones de otros que pueden ser
diferentes a las nuestras; entonces tenemos la habilidad de adaptarnos a
un marco espiritual. Es la unión de todos nuestros pensamientos,
palabras y acciones que parecen insignificantes los que inevitablemente
crean nuestra realidad y la energía que extendemos en el universo como
un todo.
De hecho la paz no es sólo la ausencia de guerra. La paz es un estado de
armonía global donde el dolor y el sufrimiento dejan de existir porque
ya no los necesitamos para alcanzar la versión más elevada de nosotros
mismos. Esperemos y oremos para que este año esa paz no esté tan alejada
como a veces parece estar
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