Libérate. Conciencia Diaria Karen Berg
Lunes, 25 de mayo de 2015
¿Cuál es el castigo para la envidia, la rabia, los celos o las palabras
hirientes? La respuesta es más envidia, más rabia, más celos, más
palabras hirientes. Piensa en lo dolorosos que son esos estados de
ánimo. ¿Qué mayor disuasión para dejar de ser negativo y rencoroso que
experimentar persistentemente estos sentimientos?
Si continuamos hiriéndonos con estas emociones es porque insistimos en
culpar continuamente a los demás por nuestras reacciones. Pero la culpa
nunca es de los demás. Ellos simplemente son mensajeros que nos enseñan
lo que debemos aprender y sanar dentro de nosotros mismos.
Recuerda: una vez que lo aceptamos, podemos cambiarlo.
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