Miércoles, 18 de mayo de 2016
Conciencia Diaria Karen Berg
Como personas atentas que somos, cuando alguien pasa por un momento difícil, solemos querer darle consejos. Pero cuando alguien sufre, no siempre es el mejor momento para impartir nuestra sabiduría. A veces, todo lo que quiere una persona de nuestra parte es una mano que sostener, un hombro sobre el cual llorar y un oído atento.
Acompaña a los demás en su dolor. No los aconsejes. No les des sermones. Sólo siéntate, toma su mano y dales todo el amor que puedas.
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