INVOCACIÓN-MEDITACIÓN ESENIA
Para una Cultura de Respeto en el Mundo
Desde el principio, la ciencia iniciática enseñó a todos los
seres humanos y a todas las personas los secretos de la oración, la invocación
y la activa meditación, para atraer fuerzas positivas a nuestro cuerpo, a
nuestra vida, a la atmósfera de la comunidad donde vivimos, a la humanidad y a
la tierra.
Aquí les doy una oración-invocación-meditación, cuyo
objetivo es atraer a uno mismo y al alma del mundo la presencia del Ángel del
Respeto, para que todos los seres puedan ser sanos y felices.
Esta oración-invocación-meditación tiene un poder mágico que
purifica el pensamiento, el corazón y el destino. Debe pronunciarse con
respeto, conciencia y amor. Es adecuado adoptar una correcta actitud y procurar
un estado de calma interno antes de pronunciarla.
A través de la luz de mi despierto pensamiento,
a través del calor de mi corazón,
a través de la fuerza de mi conciencia, de mi intención más
pura,
de mi sinceridad y mi comprensión,
invoco al Ángel del Respeto.
Ángel del Respeto,
servidor de la inteligencia cósmica,
aspiro a entrar en tu Escuela de devoción.
Ven y crea tu morada en mi pensamiento,
en mi corazón, en mi vida y mis obras.
Yo quiero serte fiel en amor
y sellar contigo una santa alianza.
(Hacer una breve pausa para meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita la tierra
la hace viva e inteligente,
la usa como cuerpo para su manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima la tierra.
Es mi guía interno y mi sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita las aguas
las hace vivas e inteligentes,
las usa como cuerpo para su manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima las aguas.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita el aliento
lo hace vivo e inteligente,
lo usa como cuerpo para su manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima el aliento.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita el fuego
lo hace vivo e inteligente,
lo usa como cuerpo para su manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima el fuego.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita el cielo
lo hace vivo e inteligente,
lo usa como cuerpo de manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima el cielo.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita el pensamiento viviente
lo hace vivo e inteligente,
lo usa como cuerpo de manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima el pensamiento
viviente.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Que el ser inmortal que habita el el conocimiento viviente
lo hace vivo e inteligente,
lo usa como cuerpo de manifestación,
pero es más grande en su esencia,
reciba mi respeto y mi amor.
El Yo que me anima es uno con el Yo que anima el
conocimiento viviente.
Es mi guía interno y la sagrada presencia en todos los
seres.
Es la esencia de mi inmortalidad.
(Meditación y silencio interno.)
Tú eres Aquél que ve sin ser visto,
que escucha sin ser escuchado,
que comprende sin ser comprendido,
que da sin recibir,
Tú eres el Invisible, el Supremo y Perfecto.
Yo quiero verte,
quiero oírte,
quiero comprenderte,
quiero darte la bienvenida
y ofrecerte mi respeto, mi veneración y mi amor.
Sin Ti,
nadie ve,
nadie oye,
nadie comprende,
nadie da,
nadie recibe.
En ti quiero morar,
en ti, Yo Soy.
(Meditación y silencio interno.)
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