Queridísimos Niños de la Tierra:
Yo os hablo desde la profundidad bajo vuestros pies; Yo soy la voz de la Tierra. Descansad en mí y relajaos… Permite que la tensión se vaya de todos tus músculos que tan frecuentemente están rígidos y tensos. Debes prestar particular atención a los músculos de los hombros y la nuca; relájalos y acepta que quieren relajarse, que solamente necesitas acompañar al natural deseo del cuerpo de estar en reposo.
Siente los músculos faciales en torno a tus ojos y a tu boca; y suelta la tensión que hay allí. Ven conmigo y sumérgete profundamente en tu cuerpo. Siente que de tu abdomen surge un benéfico flujo de tranquilidad y suavidad. Ahora sumérgete aún más profundamente, hacia tu coxis, tus caderas y tus muslos; y hazte consciente de tus rodillas.
Enfoca tu consciencia en tus rodillas… ¿Qué sientes allí?… Frecuentemente se almacena una cantidad de conocimiento en las rodillas… ¿Puedes sentir el flujo energético en tus rodillas?… Quizá haya una diferencia entre la izquierda y la derecha. Obsérvalas con una combinación de interés y respeto… ¿Quizá una rodilla esté más fría que la otra?… ¿Hay una rodilla que necesita más calidez?… Acepta que la rodilla misma sabe lo que es bueno para ella; no tienes que crear el calor que se necesita, éste ya está en tu cuerpo; simplemente permítele que fluya.
Siente lo que representa la frialdad de tus rodillas o de una de tus rodillas… ¿Qué clase de energía es ésa?… Si una rodilla esta fría, cierto tipo de tensión detiene el flujo natural del calor en tu cuerpo; y eso puede tener un efecto en tus miembros inferiores, en tus pies; y en general en tu arraigo… Observa cuidadosamente para saber qué te puede estar molestando allí, quizá veas una figura que expresa cierta emoción, así que observa cuidadosamente. Quizá veas un símbolo de lo que te restringe allí. Mira esa rodilla de una manera calmada e impersonal.
Eres tú, es tu cuerpo, así que no tengas miedo de hacer este proceso. Ten la certeza de que naturalmente tienes una poderosa energía sanadora, así que cuando observas una parte de ti que se siente restringida, o detenida, o indigna de ser incluída; ésta cambia simplemente por observarla con tu atención y con tu poder lumínico Cósmico, calientas esta parte. También a través de mí, de la Tierra misma que vive en tu cuerpo, hay un flujo natural de sanación. Así que hay mejoría y sanación disponible a partir de ambos.
Tú estás del lado del bien, así que eres más fuerte que el mal. El mal es lo que permites que carezca de Luz, de calidez, de Amor, de alegría. Frecuentemente, el mal es algo que te haces tú mismo porque crees que no te mereces el bien. Tú piensas que debes estar "afuera en el frío", porque no eres suficientemente bueno y eres indigno de ser incluído… ¿Cómo llegaste a esta conclusión?… Éste no es un hallazgo de la Tierra; y tu Alma cósmica tampoco hizo ese juicio respecto a ti.
Como Ser Humano estás entre 2 fuerzas: Entre la Tierra y tu Alma; pero tú puedes quedar sepultado bajo las ideas y los juicios negativos del Mundo Humano que te rodea. Si sientes que eres poca cosa por causa de estos juicios sociales; y consecuentemente te disminuyes, entonces tienes poca resistencia contra el flujo de energía negativa; el frío te penetra y te sientes aún más pequeño e impotente. Para mí, la Tierra; y para las fuerzas cósmicas que quieren ayudarte, el problema es que nosotras nunca te forzaremos a abrirte a nosotras. Como Ser Humano tienes Libre Albedrío, la posibilidad de elegir; y allí yace la Fuente de todo el crecimiento de la evolución… En que puedes elegir.
Nosotros siempre estamos junto a ti… Tu Alma siempre está tocando a tu puerta; quiere llegar a ti, no quiere nada más que fluír a través de ti; y en ello reside la fuente de felicidad de tu Alma… Mi energía también está disponible para ti, Yo quiero nutrirte, verte crecer y prosperar; eso es lo que me hace feliz y completa; y en esto yace mi realización: En darte las raíces que necesitas como un Ángel de Luz en la Tierra. Pero no podemos hacer nada si te cierras a lo que está disponible para ti; y ahí yace tu fortaleza… En tu habilidad de elegir.
Estos recursos no están disponibles para ti si no haces una elección, o si piensas que no tienes elección; y éste es el problema más grande que existe en el Ser Humano: Podrías pensar que tu Alma o Yo Superior tiene control sobre tu vida; de una manera más tradicional podrías pensar que Dios controla tu vida… Pero ése no es el caso… ¡Tú tienes el control de tu vida!… Solamente tú puedes decidir volver a tu grandeza como Alma; y al nutricio poder de la naturaleza que te rodea… Tienes este poder sobre ti mismo: Siempre puedes elegir.
Siente qué tan abierto estás ahora a la Luz de tu Alma y a los poderes nutricios míos, los de la Tierra… Primero enfócate en mí: Lleva tu consciencia a tus rodillas y baja por tus pantorrillas y espinillas hasta tus pies; y siente los centros energéticos o chakras de ambos pies. Quizá imagines que ves algo que gira en tus pies, o quizá veas un color o una forma… Penetra profundamente en tus pies… ¿Los sientes unidos a ti?… ¿Quizá alguno esté más firmemente arraigado que el otro?… Pregúntales a tus pies: "¿Me permito ser sostenido por la Tierra?… ¿Confío en la Tierra?… ¿Creo que la Tierra tiene fuerzas que quieren apoyarme continuamente y llevarme adonde necesito estar?"
Para simplificarlo, imagina que en los chakras de ambos pies hay una pequeña puerta que puede abrirse completamente, o cerrarse, o algo intermedio. Mira el centro de tu pie izquierdo para ver cuán abierta está la puerta que le permite entrar a la energía nutricia de la Tierra, qué tan abierta está para que recibas esa energía… Ahora mira el centro de tu pie derecho; allí también hay cierta apertura, observa cuánta hay.
Observándote así, con un trasfondo de respeto y descubrimiento, cambias algo en tu interior… Eliges ser consciente de quién eres y de dónde estas… Optas por la Luz… Cuando entras en el flujo de la oscuridad, la negatividad, la autocompasión, la ira o la ansiedad, ya no te estás observando; ya no tienes interés ni apertura hacia ti mismo; y vas impulsándote con las cortinas cerradas… Tu apertura comienza con el Amor por ti mismo; y con una atención equilibrada e imparcial; y abandonando los juicios.
Finalmente, plantéales esta pregunta a ambos pies: "¿En la vida diaria, que me ayuda más a admitir más energía de la Tierra, más apoyo, más estímulo y seguridad?… ¿En cuáles situaciones soy más nutrido por las fuerzas de la Tierra?"… Siente profundamente en tu interior que tienes elección, que tú mismo tienes la opción de elegir más Luz y apertura.
Luego, sube tu atención hasta el centro del corazón; sube tu consciencia hacia esa área de tu pecho y mira el centro del corazón, del Chakra del Corazón. Observa si aparece una imagen de este centro: Una flor, un bailarín, un niño; lo que sea; y permítele aparecer… Permite que el símbolo represente la medida en la cual estás abierto a las amorosas energías del Cosmos, de tu Alma y de tus Guías; de todo lo que quiere llegar desde esa Dimensión.
Puedes utilizar un método simple para ver en qué medida te detiene algo, imaginando que aparece una mano en tu Chakra del Corazón que puede estar abierta, cerrada, o algo intermedio. Puedes ver una o dos manos, pero observa cómo aparecen. En un extremo, hay un puño cerrado que es defensivo y no quiere o no puede recibir; y en el otro extremo las manos están abiertas con total aceptación y receptividad… Por un momento siente la tensión en tus 2 manos; y trata de relajarlas tanto como sea posible. Siente que esa relajación llega literalmente hasta las yemas de tus dedos.
¡Libera todos los excesos de tensión… Y recibe!… Permite que la energía de tu Alma fluya a través de ti de manera natural; y así fluirá por sí misma… Siente la paz y la tranquilidad de esa energía y de esa liberación… Siente que eres tocado, tanto desde arriba como desde abajo, por campos energéticos sanadores que son parte natural de ti… Tú tienes la opción de sintonizarte una y otra vez con esas energías. Permite que tanto las energías terrenales como las cósmicas se unan y se fusionen; se pertenecen mutuamente, son socias… Déjalas unirse en tu vientre.
En tu vida diaria tienes que enfrentarte a influencias que te apartan de tu poder, de tu libertad y de tus opciones. Por eso regularmente os pedimos que os retiréis de estas influencias y vayáis a vuestro interior para restaurar las conexiones tanto con vuestra Alma como con la Tierra… Hacerlo es muy benéfico. Al hacerlo no te distancias del Mundo, sino que te recargas para la construcción de un Nuevo Mundo; y ese Nuevo Mundo está por fuera de los conceptos y de las maneras de pensar existentes… Pero tú lo puedes hacer… Tú tienes el poder y la autodeterminación necesarios para emprender una nueva senda… Y me gustaría instilar en ti este hecho.
Yo no quiero nada más sino que florezcas, que estés abierto a nosotras, a las fuerzas que te rodean, a tu Alma, a la Tierra. En nosotras hay una fuerza y un conocimiento que no se pueden mostrar de la manera mundana y racional de ver las cosas. La prueba de la existencia de estas fuerzas es que tú las puedes sentir en tu interior; y al sintonizarte con ellas, vives de acuerdo con ellas… Esta acción es la prueba de que son reales y efectivas… Elige ser y conviértete en un Ser Humano llevado por las fuerzas del Cielo y de la Tierra; y junto con ello elige una nueva senda, una senda autoconsciente para la Humanidad.
Gracias por venir aquí hoy.
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
Consultoría Energética y Espiritual
http://www.jairorodriguezr.com/
jairorodriguezrr@gmail.com
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