¿Cómo
podemos conocer la verdadera paz, la calma y la confianza que
constituyen el poder sagrado de nuestra alma y que nos acercan a la
plenitud, aportándonos a su vez congruencia energética? Lo conseguiremos
buscando e incorporando en nosotros una energía de calma que nos
permita llegar a un estado de paz.
Nuestras
vidas pueden llenarse de paz cuando la energía de la paz (que es
no-resistencia y no-juicio) comienza a formar parte de nuestro espacio
energético. No podemos permanecer en calma en nuestro interior si no lo
estamos también en nuestras vidas, al igual que no podemos sentirnos en
paz cuando nos sentimos enfadados o disgustados. La energía de paz es un
requisito para la congruencia y el avance en nuestro camino de
Ascensión, ya que nos coloca en el flujo de nuestra divinidad.
En
su definición física, estar en paz significa que permanecemos
tranquilos y quietos, sin movernos ni pensar. Sin embargo, eso va en
contra de nuestra naturaleza humana y significa que debemos insistir en
"no hacer" en cuanto a nuestros pensamientos y acciones. Entonces nos
sentimos incómodos, porque todo aquello con lo que no nos sentimos en
paz necesita de nuestra atención y acción, y por consiguiente, que
empleemos en ello nuestro ser y nuestro hacer. Existe un aspecto
superior de la paz que supone fluir con esa energía de paz, de manera
que cada pensamiento, palabra y acción estén alineados e inspirados por
nuestro ser más pacífico, y eso significa estar "en paz".
Estamos
"en paz" cuando consideramos la paz como una energía con la que podemos
alinearnos y que podemos encarnar, cuando conectamos con la vida desde
nuestro centro del alma (el aspecto de nuestro ser que busca conocer la
paz primero para encarnarla después) .
Podemos
ser pacíficos cuando en primer lugar nos llenamos con energía de paz y
después ponemos en práctica el no juicio y la no resistencia. Las
incongruencias que nos alejan de la paz son aquellas que nos hacen
sentir impotentes, fuera de control, y que generan inquietud e
incongruencia en nuestras vidas.
Aunque estén fuera de nuestro control porque están involucradas con las realidades de otras personas, sí podemos en cambio sentirnos en paz con nuestra propia realidad, no importa lo que otros hagan o piensen.
Aunque estén fuera de nuestro control porque están involucradas con las realidades de otras personas, sí podemos en cambio sentirnos en paz con nuestra propia realidad, no importa lo que otros hagan o piensen.
El
no juicio requiere la aceptación de la soberanía energética de los
demás y, efectivamente, podemos elegir como eso afecta a nuestra calma.
Nuestra naturaleza más profunda busca el equilibrio y desea crear paz,
pero nunca lo lograremos si esperamos que todo y todos estén alineados
con nuestro deseo de paz. Conseguir paz en nuestra realidad significa
que sabemos crear límites energéticos para conseguirla y que permitimos
que todo aquello que nos ayude a llegar hasta ella forme parte de
nuestra realidad.
Estar
"en paz" es abrazar la energía de la paz y saber que todo está en orden
divino, que todo está bien, y que todo aquello que no esté alineado con
el flujo de Luz y paz puede ser reconducido hacia él si permanecemos
conectados a nuestro centro de calma.
Estamos
"en paz" (o en el espacio físico de paz) cuando nos enfocamos en estar
en paz. Existe una solución pacífica para cualquier situación, una que
no estará centrada en el caos ni en la distracción, y que nos ayudará a
sentirnos poderosos en lugar de impotentes. Pero previamente será
necesario que aceptemos en lugar de juzgar, que fluyamos y no forcemos
las cosas. No te preguntes cómo puedes convencer a otra persona de que
mantenga la calma, pregúntate más bien: "¿Cómo puedo generar paz para mí
dentro de esta situación?.
¿Resulta
tan difícil detener el diálogo mental, la agitación, el caos y el ruido
que nos rodean y a los que tanto juzgamos? Podemos sentirnos en paz
cuando damos la bienvenida a la energía de la calma en nuestra vida.
Podemos conectar con nuestro "centro de calma " si lo imaginamos como un
destello de luz brillante que se encuentra en nuestro interior. Una vez
hayamos llevado nuestra atención hacia esa serena luz interior, podemos
expandirla hacia nuestro espacio energético. Entonces estaremos en esa
energía de calma y nos sentiremos en paz.
Es
así como podremos conectar en cualquier momento con la quietud y la
calma que hay dentro de nosotros, al reconocer que sentirnos "en paz" es
el resultado de rodearnos de la energía de paz, dentro y fuera de
nosotros, y de permanecer en ese flujo.
Incluso
en medio del caos, la paz nos permitirá encontrar el sendero hacia la
calma y conseguir claridad frente a la confusión. Desde de ese lugar
interno de paz todas las soluciones pacíficas son posibles. Desde la
energía de paz, todas las opciones pueden ser consideradas, todas las
posibilidades, examinadas. Podremos conectar con todos los potenciales
posibles porque no estaremos bloqueando el flujo de energía intentando
crear soluciones pacíficas sin haber conectado previamente con la
energía de paz. Y, no importa lo perturbadora que sea la energía a
nuestro alrededor, siempre podemos crear paz dentro del caos si nos
convertimos en el observador desde nuestro centro de calma.
Derechos
de autor reservados © 2017 por Jennifer Hoffman. Pueden citar,
traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan el nombre
de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora manantialcaduceo.com.ar
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora manantialcaduceo.com.ar
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